Una
historia llena de fe
1912. Fachada Santa Ana Foto por: A. Guerra Toro |
La Iglesia Santa Teresa es considerada una de las obras más
notables de la arquitectura venezolana del siglo XIX. Construida
durante los años 1877 y 1881, es sin lugar a dudas la más importante del
arquitecto Hurtado Manrique.
Se encuentra ubicada en la parroquia Santa Teresa del
Municipio Libertador, y es uno de los lugares más concurridos por turistas
venezolanos y extranjeros que visitan la ciudad de Caracas.
Basílica en el año 1971 |
La Basílica cuenta con un estilo neoclásico con dos fachadas:
la oeste está dedicada a Santa Ana y la fachada este a Santa Teresa, nombres que
surgieron como homenaje a la esposa de Antonio GuzmánBlanco,
Teresa Ibarra. Esta doble dedicación se debe a un hecho fortuito, ya que
la iglesia fue proyectada en dos etapas. Originalmente se tenía que sustituir
el antiguo oratorio de San Felipe Neri, muy importante en la historia de la
cultura caraqueña, pues allí se creó la famosa escuela de música del maestro Vicente Emilio Sojo. Por
esa razón, en el primer proyecto de Hurtado Manrique, la Basílica Santa
Teresa figuraba todavía bajo el nombre de San Felipe Neri. Estaba
circunscrito al sector oriental de la actual basílica y llegaba hasta un poco
más de su mitad actual. La construcción se inició en esta forma, pero pronto se
vio que para llegar al otro extremo de la manzana le faltaba muy poco. Fueron
comprados estos terrenos y Hurtado
Manrique proyectó la segunda
parte. En el álbum de Caracas y Venezuela de Neum (impreso en Caracas en 1877 y
1878) aparece la imagen de esta segunda sección occidental, sin
considerar la parte oriental ya antes diseñada.
Esta es la razón por la existen dos fachadas
frontales unidas por una cúpula en el centro donde se encuentra el altar,
un arreglo litúrgicamente poco conveniente. A pesar de haberla
proyectado por etapas, Hurtado Manrique logró unificar sus volúmenes y formas
en un conjunto armonioso.
La Basílica tuvo dos inauguraciones en el año 1881: Una Civil y
otra religiosa, hecho significativo en la historia venezolana, pues significó
la reconciliación de Guzmán
Blanco con el Obispo y con
los representantes de la iglesia en Venezuela.
Nazareno en la Basílica |
La figura de mayor importancia es la del Nazareno de San Pablo,
que se ha hecho famosa por la gran cantidad de milagros que se le
atribuyen. Fue traído a nuestro país desde Sevilla, España, a la Capilla
de San Pablo el Ermitaño, razón por la cual se le da el nombre de “Nazareno de
San Pablo”. La imagen fue consagrada el 4 de julio de 1674 por Fray González de
Acuña.
En 1696 una gran epidemia de viruela afectó a toda la ciudad de
Caracas, y por esta razón el Nazareno fue sacado en procesión. Mientras caminaban
los fieles acompañando a la imagen, ésta tropezó en la esquina del templo con
un limonero, del cual se desprendieron los frutos, que quedaron enredados en su
corona. El pueblo interpretó el hecho como una señal de Dios y comenzaron a
elaborar bebidas para los enfermos, quienes milagrosamente tuvieron una cura
inmediata.
En 1880, el presidente Guzmán
Blanco mandó a destruir el
templo de San Pablo, ya que tenía problemas con los sectores católicos del
país. En ese mismo sitio se construyó el Teatro Municipal, que fue inaugurado
en 1881, pero cuenta la leyenda que, estando en el palco presidencial, Guzmán vio la imagen del Nazareno, quien le
preguntó: “¿Dónde está mi iglesia?”. Inmediatamente, el Presidente mandó a
construir la Basílica de Santa Teresa, a donde fue llevado el Nazareno de San
Pablo.
Fieles adorando al Nazareno |
El Nazareno
tiene la particularidad de movilizar a miles de personas sin importar la
distancia. Esta tradición ha alcanzado un gran prestigio, y en ella los devotos
pagan penitencias y promesas, acompañados de grandes procesiones que se
prolongan durante horas. Por esta razón la Basílica de Santa Teresa se ha
convertido en uno de los lugares más emblemáticos para los cristianos católicos
en Venezuela.